¿Qué diferencia una pizza artesanal de una normal?

La pizza es un alimento mundialmente conocido en la actualidad. Permite pasar un rato divertido tanto en su elaboración como en el momento de compartirla y degustarla. Estos instantes se hacen mejores cuando disfrutamos de una buena pizza artesana. No en vano, dicho alimento difiere en numerosas características de la pizza industrial, que es fabricada en serie y que puedes encontrar en cualquier supermercado o cadena de restaurante.

Diferencias entre ambos conceptos

Como es lógico, existen multitud de disparidades entre ambos tipos de pizza. Estas divergencias permiten que la balanza se decante a favor de la artesana, puesto que, más allá de los beneficios para la salud que comporta, se trata de una pizza elaborada con paciencia, mucho cariño y con ingredientes totalmente naturales.

Las ventajas para la salud de la pizza tradicional frente a la producida en masa son evidentes. La clásica es mucho más crujiente, contiene un número muy bajo de grasas saturadas y carece de conservantes. Estas particularidades posibilitan disfrutar de un alimento rico en proteínas y grasas saludables para el organismo.

En la industrial, por su parte, merece tu atención la presencia de todo tipo de químicos y aditivos que tratan de prolongar su tiempo de conservación para, de este modo, retrasar su fecha de caducidad.

Por supuesto, la pizza artesana cuenta con una elaboración mucho más cuidada y laboriosa. El hecho de que se deba dejar reposar la masa propicia que las levaduras y las harinas adquieran la fermentación adecuada para la ingesta humana. De este modo, cada pizza artesana es distinta a la anterior, circunstancia que contrasta de manera radical con la producción en serie de las industriales.

El secreto no está solo en la masa

Además, la pizza no artesanal se elabora recurriendo a ingredientes que están en puntos de cocción distintos. En otras palabras, estos ingredientes son cocinados con carácter previo a su colocación en la masa y posterior introducción en el horno. En la tradicional o artesanal, se colocan al mismo tiempo sobre la pizza y se cuecen en el horno. Algunas, en cambio, son llevadas al horno para que vayan tomando temperatura antes de incorporar los ingredientes y terminar de cocinarlas.

Una de las claves de la pizza clásica reside en el componente humano de su elaboración. La masa se prepara, se deja fermentar y se le da forma a mano, mientras que en la industrial el preparado se lleva a cabo movilizando maquinaria de corte industrial.

Desde nuestra pizzería te ofrecemos la posibilidad de degustar auténtica pizza artesana elaborada a partir de la receta clásica italiana. Contamos con productos nacionales e internacionales de máxima calidad con los que pretendemos adaptarnos a todos los gustos. Puedes probarlas en nuestro restaurante o a domicilio. ¿Te animas?

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